6/1/08

Nocturno de Despedida


La brisa helada llenaba la nada,
el cuerpo yacente en un sueño,
la noche de media se alcoholizaba,
la oscura tiniebla carcomía la espera.

Infinito miedo de grito en sombra,
silencio de estatua, vida de muerte,
escrito en voz callada, lazo de media noche.

Sin más, en sublime deseo de desolación,
la vida se marcha con un amor,
la marca del viento es noche.

Las flores marchitas se evaporaban,
la vida dejaba que continuará.

El olvido capturaba el tiempo,
la luz apagaba el marche de la luna,
el roce de un cuerpo perdía la herida.

Nocturno sentimiento al paso despierto,
formamos el creer del lo incierto,
morir es despertar entre el recuerdo viviente,
un amor hiriente, recuerdo el miedo de un
sueño angustioso, solo en cuerpo he de ocupar,
fuera del mundo todo es irreal.

Desdibujando la dicha de esta penumbra,
se marcha el placer del vicio rebelado,
con murmullos insensatos de un deseo
solo por el cristal se dibuja la amargura
de la realidad.

Un reflejo de vaho escribe el final,
vicio de amantes, el necesitarse…

De pronto en cuadernillo silencioso,
la voz ya no se escucha, la voz es silencio,
la marca de sangre es un descenso,
el sueño eterno se ha esfumado,
con cauteloso sigilo el miedo es tiempo,
se pierde el sueño, se nubla la noche

La brisa se esfuma, la llama se rinde,
el sueño termina y el deseo es descrito
solo el tiempo sigue yerto… eterno silencio