21/8/09

Sombras

Las luces a veces son siniestras, en las noches trastornan las sombras y evocan demonios imaginarios, penitencias subconscientes de algún pensamiento ímpio que nos corroe. En el comedor, las sillas y la mesa se convierten en fauces gigantes, prestas a devorar el primer ápice de penumbra que emerja. Ese niño camina sin cautela. Mira con curiosidad la pared y lo que ésta encierra.
El monstruo se materializa. Se escucha un grito ahogado. Sobre el suelo sólo quedan los zapatos.

3 comentarios:

Granya dijo...

Merci...

FollOnera dijo...

Esto te lo defino en dos palabras:


Me encanta ^^

Gablot ier Van dijo...

Gracias :)